
Los bulos sobre violencia de género en redes sociales: Cómo los algoritmos amplifican la desinformación
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Introducción
La violencia de género es una de las principales problemáticas sociales de nuestro tiempo, su visibilidad en el debate público ha sido clave para avanzar en derechos y justicia. Sin embargo, la era digital también ha traído consigo una amenaza creciente: los bulos sobre violencia de género y la desinformación que buscan deslegitimar estas luchas y perpetuar narrativas machistas. Estas mentiras, difundidas por grupos negacionistas y amplificadas por algoritmos, confunden a la opinión pública y contribuyen a un clima hostil para las víctimas y activistas. Este fenómeno, también abordado en el libro La rebelión del algoritmo: Salud mental en el imperio de lo digital (Kercentral Magazine), subraya cómo la tecnología está siendo utilizada para perpetuar desigualdades y obstaculizar el avance hacia la igualdad de género.
El auge de los bulos sobre violencia de género
En los últimos años, las redes sociales se han convertido en el escenario principal de una guerra de narrativas sobre la violencia de género. Grupos negacionistas y actores sociales con agendas políticas claras difunden afirmaciones falsas que minimizan, distorsionan o niegan la existencia de este tipo de violencia. Entre los bulos más comunes se encuentran:
- La afirmación de que existe una “industria de denuncias falsas” que perjudica a los hombres.
- La minimización de las cifras oficiales de mujeres asesinadas por violencia de género.
- La difusión de información tergiversada sobre el uso de fondos públicos destinados a combatir esta problemática.
Estos relatos, aunque infundados, logran alcanzar grandes audiencias debido a su capacidad de generar reacciones emocionales y polarización, dos elementos clave para el funcionamiento de los algoritmos de redes sociales (de hecho, esto es una cuestión profundizada en La rebelión del algoritmo, publicado por Kercentral Magazine, en su Colección Pensamiento y crítica cultural). La desinformación en redes sociales, en esta temática en particular, está pensada para viralizarse y reforzar estereotipos machistas.
Cómo los algoritmos amplifican la desinformación
Las plataformas digitales como Facebook, X e Instagram están diseñadas para maximizar el tiempo de permanencia de los usuarios. Los algoritmos analizan patrones de interacción para priorizar contenido que genere mayor “compromiso” y logre prolongar la hiperconexión, lo que viene a significar destacar publicaciones polarizantes o emocionalmente cargadas. Los bulos sobre violencia de género se benefician de este sistema por varias razones:
1. Sensacionalismo, que involucra polarización: Las noticias e información falsas buscan provocar indignación o rechazo, lo que aumenta su probabilidad de ser compartidas.
2. Segmentación de audiencias: Los algoritmos categorizan a los usuarios en nichos específicos, lo que facilita la difusión de contenido en grupos que ya tienen predisposición a creer en narrativas negacionistas.
3. Ecos de confirmación: Las cámaras de eco digitales refuerzan las creencias preexistentes de los usuarios (así como sus anclajes culturales), dificultando el acceso a información verídica y contrastada.
El papel de los algoritmos en la difusión de bulos es evidente en su capacidad para amplificar mensajes estructurados para generar divisiones sociales y cuestionar la legitimidad de la lucha feminista. Este sistema crea un terreno fértil para que la desinformación en redes sociales se consolide como una herramienta política.
Sesgos algorítmicos y su impacto en la violencia de género

Los algoritmos no son neutrales. Aunque se presentan como herramientas objetivas, su diseño y funcionamiento están profundamente influenciados por los valores y prioridades de quienes los crean. En el caso de la violencia de género, estos sesgos se manifiestan de varias maneras:
- Subrepresentación de perspectivas feministas: El contenido que aborda de manera crítica el machismo y la desigualdad puede tener menor alcance que las publicaciones sensacionalistas o conflictivas.
- Prioridad al contenido viral: Los algoritmos favorecen el contenido que genera más interacciones, sin diferenciar entre información verídica y bulos.
- Discriminación en moderación: La moderación automatizada puede pasar por alto el discurso sospechoso de odio dirigido a mujeres, mientras penaliza de manera desproporcionada el contenido feminista que utilice, por ejemplo, un lenguaje contundente.
La interacción entre los sesgos algorítmicos y los grupos negacionistas en redes sociales refuerza un ecosistema digital donde los bulos sobre violencia de género tienen un impacto desproporcionado. Es fundamental que esta problemática sea abordada desde una perspectiva crítica.
Consecuencias de la desinformación para la lucha feminista
El aumento de los bulos sobre violencia de género tiene implicaciones graves para la lucha por la igualdad. Algunas de las consecuencias más preocupantes incluyen:
1. Deslegitimación del movimiento feminista: Los relatos falsos erosionan la confianza pública en las cifras y testimonios de las víctimas, dificultando el avance de políticas públicas efectivas.
2. Aumento de la violencia simbólica: La difusión de narrativas negacionistas perpetúa estereotipos machistas y refuerza la cultura de la impunidad.
3. Impacto en las víctimas: Las mujeres que denuncian violencia de género enfrentan un entorno hostil que cuestiona su credibilidad, lo que puede disuadir a otras de buscar ayuda.
Estas consecuencias son un reflejo del poder que la desinformación tiene para moldear las percepciones sociales, especialmente cuando se ve amplificada por los algoritmos de las plataformas digitales.
¿Es posible combatir los bulos en redes sociales?
Aunque el panorama puede parecer desalentador, existen estrategias para contrarrestar la desinformación y proteger la lucha por la igualdad:
1. Educación mediática: Promover el pensamiento crítico y la verificación de datos es clave para reducir la propagación de bulos sobre violencia de género.
2. Regulación de plataformas: Iniciativas como las leyes de Servicios Digitales (DSA) buscan responsabilizar a las grandes tecnológicas por el contenido que alojan y amplifican. Estas normativas son esenciales para combatir la desinformación en redes sociales y garantizar un entorno digital más justo.
3. Apoyo a medios independientes: Las editoriales y medios críticos desempeñan un papel fundamental en la difusión de información rigurosa. Publicaciones como "La rebelión del algoritmo" ofrecen análisis profundos sobre cómo la digitalización afecta la estabilidad psicológica y la lucha por la igualdad.
4. Moderación inclusiva: Implementar sistemas de moderación que prioricen la eliminación de contenido violento o desinformativo sin penalizar las voces críticas.
Además, es crucial fomentar la investigación sobre el papel de los algoritmos en la difusión de bulos y desarrollar herramientas que permitan detectar y frenar la desinformación antes de que se viralice.
Una reflexión final...
Un patrón recurrente en estos bulos es cuestionar los datos oficiales y la existencia misma de la violencia de género como fenómeno estructural. Estas estrategias, en su mayoría promovidas por movimientos reaccionarios, buscan debilitar las políticas públicas orientadas a proteger a las víctimas y erradicar este y otros flagelos sociales. El impacto de la propagación de estas narrativas no se limita a las redes sociales. La desinformación influye directamente en la percepción pública de la violencia de género, erosionando la confianza en instituciones y pedagogías diseñadas para combatirla; pero también resulta cuestionado el propio posicionamiento político del feminismo (que hoy es considerado en parte de las ciencias políticas como nuevo sujeto de cambio y conciencia histórica). La rebelión del algoritmo. Salud mental en el imperio de lo digital
El efecto de los algoritmos y los bulos sobre violencia de género en las redes sociales no es solo un problema técnico, sino también político y social. En un mundo cada vez más digitalizado, es fundamental adoptar una mirada crítica hacia las plataformas que utilizamos diariamente y cuestionar las narrativas que consumimos. El libro La rebelión del algoritmo: Salud mental en el imperio de lo digital invita a reflexionar sobre estas dinámicas y propone herramientas para resistir la desinformación y promover un cambio real.